Corría el año 1890 cuando José Martín Alférez crea en la localidad sevillana de Écija, conocida como “La Ciudad de las Torres”
un pequeño negocio artesanal dedicado a la elaboración y venta de productos
cárnicos derivados del cerdo ibérico. Entre las múltiples chacinas que
elaboraba, como salchichones, chorizos, butifarras, etc, pronto destacó la deliciosa morcilla cocida que elaboraba al estilo sevillano, la cual de inmediato
hizo las delicias de cocidos y demás guisos de cuchara, que por aquel entonces
constituían la base fundamental de la cocina cotidiana. Platos
contundentes para el duro trabajo del día a día.