Cada año, cuando llega el otoño, la naturaleza se muestra
generosa regalándonos el más preciado
fruto de las dehesas españolas: la bellota.
Este célebre fruto es empleado como alimento natural para el
engorde de los cerdos ibéricos durante estos fríos meses de otoño e invierno
(de noviembre a marzo) en el ecosistema de la dehesa en los cuales completan su
alimentación con pastos, raíces y otros frutos silvestres. A este sistema de
engorde con recursos naturales se le denomina “montanera”.
Cerdos Ibéricos en la dehesa |