La Famosa "Morcilla de Martinillo"

Corría el año 1890 cuando José Martín Alférez crea en la localidad sevillana de Écija, conocida como “La Ciudad de las Torres” un pequeño negocio artesanal dedicado a la elaboración y venta de productos cárnicos derivados del cerdo ibérico. Entre las múltiples chacinas que elaboraba, como salchichones, chorizos, butifarras, etc, pronto destacó la deliciosa morcilla cocida que elaboraba al estilo sevillano, la cual de inmediato hizo las delicias de cocidos y demás guisos de cuchara, que por aquel entonces constituían la base fundamental de la cocina cotidiana. Platos contundentes para el duro trabajo del día a día.

José Martín Alférez

La morcilla elaborada con despiece de cerdo ibérico y condimentada con una mezcla de especias que él mismo diseñó, muy pronto alcanzó una enorme popularidad entre sus conciudadanos  que  la adquirían junto tocinos, costillas, pancetas, añejos y otros productos, en el puesto de la plaza de abastos de la localidad que José regentaba. Desde entonces fue conocida como “Morcilla de Martinillo” por el apodo con que José Martín era conocido en esta ciudad barroca.

Morcilla Cocida de Martinillo

Con el paso de los años y de las generaciones, lo que empezó como un puesto de carnicería y charcutería en el mercado de la ciudad se convirtió en una empresa, La Unión Chacinera, la cual comercializa sus productos bajo la marca "La Unión de Jabugo" y  que en la actualidad exporta sus productos a numerosos países del mercado exterior. La Unión Chacinera continúa en el presente siendo fiel a sus orígenes y a sus principios de siempre instaurados por el fundador: calidad, artesanía y tradición que han hecho de esta empresa un referente de alta calidad, exquisito sabor y buen hacer. 

Adolfo Martín González

La fabricación de este histórico producto, con más de cien años de historia, y cuya fórmula original se mantiene inalterada, sigue tan viva y tan presente  en los platos  de quienes la disfrutan como el primer día, y cuyos consumidores  de hoy siguen conociéndola al igual que sus padres y abuelos, como “Morcilla de Martinillo”.

En una de sus visitas a Écija, el famoso gastrónomo madrileño Rafael Rincón, hace unos meses tuvo la oportunidad de probar nuestras populares morcillas, la cocida y la de hígado, a las cuales les dedicó unas palabras en su Facebook:

“Es una extraordinaria morcilla cocida, barata pero exquisita. De la morcilla "Martinillo" me hablaron de ella tres personas. Juan Marín por la tarde noche nos llevó a un bar, El Brillante, típico de pueblo, con gastronomía de la tierra, tomamos caracoles sevillanos, cabrillas (caracoles en el resto de España), riñones de cerdo al Jerez y probamos un poco de dos morcillas de "Martinillo", como se conoce popularmente a las morcillas de la Unión Chacinera.

Morcilla de Hígado de La Unión Chacinera

Fueron dos, a cual más rica, la tradicional y la de hígado.Se come en crudo, como fiambre, de sabor limpio, bien rico y especiado, con un punto de cocción soberbio, ingredientes sencillos pero de mucha calidad; en boca intensa, sabrosa, con tonos en el posgusto persistentes, finos, grasos, elegantes y un poco amargos con un final ácido muy equilibrado.

Exquisita Morcilla cocida al estilo ecijano, en realidad de toda la comarca de la Campiña sevillana y cordobesa, la que hace esta fábrica matadero que tiene conexión con Jabugo, donde cura los jamones ibéricos que luego vende en Écija”

Es así como la tradicional y reconocida "Morcilla de Martinillo", disfrutada por generaciones de consumidores desde 1890 ha traspasado  nuestras fronteras para llegar a otros mercados que aprecian  y valoran la calidad, el sabor, la tradición y la autenticidad, de nuestros productos de siempre.

La Unión de Jabugo

www.uniondejabugo.com